Hipertensión Arterial

La hipertensión es responsable de aproximadamente el 50 % de los accidentes cardiovasculares, con cerca de 10 millones de muertes cada año, lo que la convierte en uno de los principales factores de riesgo de muerte prematura (antes de los 65 años).

Un Problema de Gran Magnitud

Hoy en día, más del 30 % de la población mundial padece hipertensión, una cifra que sigue en aumento.

A principios de los años 2000, esta tasa era del 25 %, y las proyecciones para los próximos años muestran una tendencia al alza.

Consecuencias Importantes

La hipertensión arterial está implicada en aproximadamente el 50 % de los incidentes cardiovasculares graves, contribuyendo a cerca de 10 millones de muertes cada año.

Es el principal factor de riesgo de muerte prematura, antes de los 65 años.

En Canadá

En nuestro país, la hipertensión afecta a más del 45 % de las mujeres y al 40 % de los hombres mayores de 60 años, quienes actualmente reciben tratamiento.

La Punta del Iceberg

Es importante señalar que muchas personas con hipertensión no siguen su tratamiento, mientras que otras ni siquiera saben que la padecen, debido a la falta de diagnóstico.

Este fenómeno hace que la hipertensión arterial sea aún más preocupante, aumentando el desafío de salud pública asociado a esta condición.

Presión en las Tuberías

La tensión arterial funciona de manera similar a la presión del agua en las tuberías de una casa.

Garantiza una distribución constante y uniforme de la sangre en todo el cuerpo, permitiendo que los órganos reciban oxígeno y nutrientes, independientemente de su ubicación.

Capítulo anterior: Comprender la Tensión Arterial

El Tensiómetro

El dispositivo utilizado para medir la tensión arterial se llama oscilómetro, pero comúnmente se conoce como tensiómetro. Este aparato muestra tres cifras.

Ejemplo de Lectura:

Si su tensiómetro indica 124-78, 72, cada cifra tiene un significado específico:

  • 124 mmHg: La presión arterial sistólica, que corresponde a la presión máxima durante la contracción del corazón.
  • 78 mmHg: La presión arterial diastólica, que indica la presión mínima entre dos latidos, cuando el corazón está en reposo.
  • 72: La frecuencia cardíaca, es decir, el número de latidos del corazón por minuto.

Cuándo Diagnosticar la Hipertensión Arterial

El diagnóstico de hipertensión no se basa en una sola medición, sino en varias lecturas tomadas durante semanas o meses.

Una presión arterial constantemente superior a 135/85 mmHg, medida en el hogar, se considera hoy en día un factor de riesgo para la salud.

En pacientes diabéticos, una presión superior a 130/80 mmHg, medida en el consultorio médico, se considera problemática, y se recomienda alcanzar una presión de aproximadamente 125/75 mmHg o menos en mediciones en el hogar.

Gestión Proactiva y Seguimiento Continuo

Una vez diagnosticada la hipertensión, es fundamental seguir el tratamiento prescrito y monitorear regularmente la presión arterial.
Recuerde que la hipertensión es común: aproximadamente un tercio de los adultos a su alrededor vive con esta condición.

Síndrome de la Bata Blanca

En algunos pacientes, la medición de la tensión arterial en el consultorio médico puede representar un problema. Esta elevación temporal se debe, a menudo, al estrés inconsciente asociado al entorno médico.

Aunque muchos pacientes aseguran no sentir ansiedad durante la medición, este síndrome de la bata blanca afecta a casi una de cada 5 personas.

Hipertensión Arterial Enmascarada

A diferencia del síndrome de la bata blanca, la hipertensión arterial enmascarada se presenta con una tensión arterial normal en las consultas médicas, pero elevada en entornos familiares, como en el hogar.

Los mecanismos precisos de este fenómeno aún se desconocen, pero parece ser más común que el síndrome de la bata blanca, especialmente en personas ya diagnosticadas con hipertensión y en pacientes diabéticos.

Una Historia Familiar

La mayoría de las personas con hipertensión arterial tienen la presión elevada en gran medida debido a su predisposición genética.

Diferentes Tipos de Hipertensión

La hipertensión puede denominarse hipertensión esencial o primaria. En otros casos, surge de condiciones médicas específicas, como ciertas enfermedades renales o endocrinas, y se clasifica como hipertensión secundaria.

-Hipertensión Arterial Esencial

Este diagnóstico se realiza cuando la hipertensión persiste sin que se identifique una causa específica. Es la forma más común y suele estar asociada con antecedentes familiares.

Aunque esta enfermedad se conoce desde hace siglos, su origen exacto sigue siendo poco comprendido. Inicialmente, se creía que estaba principalmente relacionada con un alto consumo de sodio, pero las investigaciones han revelado una interacción compleja entre varios factores.

La edad, el sexo masculino, la herencia, el consumo de alcohol, el tabaquismo, la diabetes, el estrés, el sedentarismo y la obesidad son factores que aumentan el riesgo de hipertensión arterial esencial al interactuar entre sí.

-Hipertensión Arterial Secundaria

Rara vez se identifica una causa subyacente de la hipertensión; en estos casos, se denomina hipertensión arterial secundaria.

Las causas subyacentes incluyen algunas enfermedades renales, trastornos de la glándula suprarrenal y, entre otros, la hipertensión relacionada con el embarazo.

Otra causa, aún más rara, es una malformación congénita de la aorta torácica, que se debe considerar sobre todo en adolescentes o adultos jóvenes, especialmente si hay una diferencia significativa de presión arterial entre los dos brazos. Normalmente, la presión en el brazo derecho es ligeramente superior (aproximadamente 5 mmHg) a la del brazo izquierdo.

Algunas clases de medicamentos también pueden elevar la presión arterial, especialmente en personas que ya tienen un diagnóstico de hipertensión. Este es el caso de los antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el naproxeno y el ibuprofeno, que están disponibles sin receta. La cortisona es otro medicamento que puede provocar un aumento de la presión arterial.

Problemas a Largo Plazo

Una presión arterial elevada de forma prolongada puede, con el tiempo, dañar las arterias y tener consecuencias graves para la salud.

Complicaciones Mayores

La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo para:

  • Muerte súbita,
  • Infarto de miocardio,
  • Accidentes cerebrovasculares (ACV).

 

También contribuye al desarrollo de condiciones como la insuficiencia cardíaca, la insuficiencia renal y la fibrilación auricular en personas que no reciben un tratamiento adecuado o cuya atención es insuficiente.

El Impacto de la Terapia

El tratamiento de la hipertensión arterial tiene un impacto considerable. Reduce el riesgo de insuficiencia cardíaca en un 50 %, disminuye la probabilidad de accidente cerebrovascular (ACV) en un 40 % y baja la incidencia de infartos de miocardio en un 15 %.

Estas cifras demuestran la importancia de controlar la hipertensión para prevenir complicaciones graves.

Eventos Catastróficos Posibles

La hipertensión arterial actúa de manera similar a una presión excesiva en las tuberías de su hogar. Aunque suele ser asintomática durante los primeros años, puede llevar a consecuencias graves y repentinas.

Así como una presión alta puede causar fugas de agua en casa, la hipertensión puede provocar complicaciones severas, como un infarto, un ACV o incluso una muerte súbita.

Asesina Silenciosa

La hipertensión es conocida como una «asesina silenciosa» debido a su naturaleza discreta e insidiosa.

Frecuentemente Sin Síntomas

En la mayoría de los casos, la hipertensión no presenta síntomas.

Si aparecen, suelen ser vagos: dolores de cabeza, mareos, fatiga o dificultad respiratoria aumentada. Es importante también señalar que cualquier dolor, independientemente de su origen, puede elevar temporalmente la presión arterial.

Búsqueda de Factores Agravantes

Una vez diagnosticada la hipertensión, el médico evalúa la presencia de otros factores de riesgo que puedan empeorar esta condición. Estos incluyen diabetes, niveles elevados de colesterol, un estilo de vida sedentario, obesidad, tabaquismo y antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.

La probabilidad de un evento cardíaco o de un accidente cerebrovascular aumenta proporcionalmente con el número de factores de riesgo presentes.

Exámenes Complementarios a Realizar

Puede ser necesario realizar exámenes complementarios para evaluar el impacto de la hipertensión arterial.

Un electrocardiograma (ECG) registra la actividad eléctrica del corazón y permite detectar cualquier anomalía relacionada con la presión arterial elevada. También se realizan análisis de sangre para verificar si algunos órganos han sufrido daños a causa de la hipertensión.

Estos exámenes ayudan al médico a entender mejor el alcance del impacto y ajustar el tratamiento en consecuencia.

Controlar la Presión Arterial en Casa

La presión arterial debe medirse dos veces al día: por la mañana al despertar y por la noche antes de dormir.

En la mañana, realice dos mediciones con unos minutos de intervalo, antes de tomar medicamentos, café o desayunar. Por la noche, mida su presión dos veces antes de acostarse, también con unos minutos de intervalo.

Es importante registrar y conservar cada uno de estos dos resultados, incluso aquellos que sean demasiado altos o bajos o que no le gusten. Si desea hacer una tercera medición de su presión, no es necesario anotarla. Al final del día, haga un promedio de estos cuatro resultados.

El promedio de las mediciones de los últimos seis días antes de su cita médica proporciona una estimación bastante precisa de su presión arterial real.

Examen de Monitoreo de Presión Arterial

En algunos casos, se puede prescribir un monitoreo ambulatorio de la presión arterial (MAPA) para medir la presión arterial de manera continua durante 24 horas.

Este dispositivo, que se coloca en el brazo y alrededor de la cintura, registra la presión arterial a intervalos regulares, proporcionando una visión completa de las variaciones de la presión durante el día y la noche.

Medidas de Tratamiento No Farmacológico para la Hipertensión Arterial

Adoptar Hábitos de Vida Saludables

Se ha demostrado que nuestros hábitos diarios pueden influir considerablemente en la aparición de enfermedades cardiovasculares y su evolución.

La adopción de comportamientos saludables, como dejar de fumar, realizar actividad física regularmente, seguir una dieta rica en frutas, verduras y fibras, así como la gestión eficaz del estrés y un sueño reparador, resulta crucial para la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Lectura recomendada: Hábitos de vida saludables

 

Podemos Ayudarte

Adoptar y mantener estos cambios de estilo de vida puede ser difícil, pero hay profesionales disponibles para apoyarte en este proceso hacia un mejor control de la hipertensión.

Uso de Medicación

Cuándo la Medicación se Vuelve Necesaria

Si la presión arterial sigue siendo elevada a pesar de realizar cambios en el estilo de vida, a menudo es necesario recurrir a medicamentos para alcanzar una presión adecuada. Es común que se utilicen varios medicamentos en combinación para un mejor control.

Tipos de Medicamentos Disponibles

Existen varias clases de medicamentos para la hipertensión, y el médico buscará las opciones más eficaces con el menor número de efectos secundarios posible.

Seguimiento del Tratamiento

Es esencial tomar el tratamiento regularmente, incluso si uno se siente bien. Es importante renovar las recetas a tiempo para evitar cualquier interrupción del tratamiento.

Beneficios del Tratamiento para la Salud

Un tratamiento adecuado de la hipertensión puede prolongar la vida al reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio, insuficiencia cardíaca y episodios de angina, además de prevenir complicaciones renales.

La Rigurosidad, un Elemento Clave

Incluso en ausencia de síntomas, una hipertensión no tratada puede progresar y causar complicaciones.

Es esencial un seguimiento regular para ajustar el tratamiento si es necesario y monitorear señales de angina u otros síntomas preocupantes.

Objetivo: Controlar la Hipertensión

Un seguimiento riguroso permite controlar eficazmente la hipertensión, prevenir complicaciones graves y asegurar una mejor calidad de vida.

¡La hipertensión puede y debe ser controlada!