Dr. Wilfred Bigelow: un pionero de la hipotermia en la cirugía cardíaca
El Dr. Wilfred Bigelow obtuvo su título de médico en la Universidad de Toronto en 1938. Originario de Manitoba, sirvió en el Cuerpo Médico del Ejército Canadiense en Europa durante la Segunda Guerra Mundial.
A su regreso, en 1948, se unió al Servicio de Cirugía del Toronto General Hospital y al Departamento de Cirugía de la Universidad de Toronto. Fue en esa época cuando comenzó a interesarse por un fenómeno observado en ciertos animales: el estado de letargo invernal.
La hipotermia como herramienta quirúrgica revolucionaria
El Dr. Bigelow observó que algunos animales en hibernación reducen naturalmente su temperatura corporal, disminuyen su metabolismo y consumen una cantidad mínima de oxígeno. Inspirado por este fenómeno, desarrolló la idea de que la hipotermia controlada podría utilizarse en medicina para reducir las necesidades de oxígeno del corazón y del cerebro durante una intervención quirúrgica.
Formuló la hipótesis de que, si se bajaba la temperatura corporal de un paciente a aproximadamente 68 a 70 grados Fahrenheit (20 a 21 °C), sería posible interrumpir temporalmente la circulación sanguínea sin dañar los órganos vitales, lo que permitiría una valiosa ventana de tiempo para operar el corazón.
Resultados prometedores en animales
En 1950, probó su hipótesis en más de 120 perros. Demostró que, induciendo una hipotermia profunda, podía detener temporalmente la circulación sanguínea, permitiendo realizar intervenciones cardíacas que antes eran imposibles.
Un avance compartido con la comunidad médica
Aunque él mismo no pudo aplicar esta técnica en un niño enfermo —ya que ninguno le fue referido—, su descubrimiento marcó un punto de inflexión. El uso de la hipotermia en la cirugía cardíaca se difundió rápidamente, especialmente en combinación con la circulación extracorpórea, convirtiéndose en un estándar para muchas intervenciones importantes.
Un reconocimiento bien merecido
El Dr. Wilfred Bigelow fue incluido en el Salón de la Fama Médica Canadiense en 1997 por sus contribuciones innovadoras. Falleció el 27 de marzo de 2005 a los 91 años, dejando un legado científico importante y una técnica que aún se utiliza en la actualidad.
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