Angioplastia Coronaria (Dilatación)
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La angioplastia coronaria es una intervención utilizada para reparar arterias coronarias que se han estrechado u obstruido debido a placas de colesterol. Este procedimiento generalmente sigue a una coronariografía, un examen que permite visualizar los estrechamientos en las arterias.
La intervención consiste en insertar un pequeño balón en la arteria bloqueada, que luego se infla para dilatar el vaso. En la mayoría de los casos, se coloca un stent (o endoprótesis) para mantener la arteria abierta, asegurando así una mejor circulación sanguínea.
Un Hito Histórico
La primera angioplastia coronaria en humanos fue realizada en 1977 por el Dr. Andreas Gruentzig, marcando un avance significativa en el tratamiento de las enfermedades coronarias.
Hoy en día, se practica comúnmente para tratar síntomas como la angina y prevenir eventos más graves, como los ataques cardíacos.
La solicitud de angioplastia generalmente la realiza un cardiólogo tras una evaluación completa del paciente. La intervención suele llevarse a cabo inmediatamente después de la coronariografía, aunque en ocasiones se pospone para una fecha posterior, por ejemplo, cuando es necesario tratar varios bloqueos o si una arteria ha estado obstruida durante mucho tiempo.
En estos casos, el cardiólogo conversa con el paciente para evaluar el enfoque terapéutico más adecuado. Este texto se sitúa en el contexto en el que es necesaria una segunda hospitalización para proceder con la angioplastia.
A Veces es Urgente
Algunas circunstancias requieren una angiografía coronaria de urgencia, como en el caso de un infarto de miocardio.
Otras situaciones, como una hospitalización por angina inestable u otras afecciones cardiovasculares, pueden requerir este examen de manera semiurgente.
Antes del Examen
Es posible, aunque poco frecuente, que se requiera una visita de preadmisión antes de la angioplastia.
Durante esta visita, se realizan un análisis de sangreLa sangre se compone de glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma. Los glóbulos rojos transportan el oxígeno y el dióxido de carbono. Los glóbulos blancos son nuestro sistema de defensa. Las plaquetas evitan el sangrado. y un electrocardiograma (ECG).
Se explica el procedimiento al paciente y se responden todas las preguntas que pueda tener en ese momento.
Por lo general, esta preadmisión tiene lugar unas semanas antes de la intervención.
Formulario de Consentimiento
Después de ser informado sobre los riesgos asociados a este examen, el paciente debe firmar un formulario de consentimiento. Estos riesgos se detallan más adelante en este texto.
En este punto, el médico considera que los beneficios del examen superan los riesgos.
El Día del Examen
Por lo general, se programa una hospitalización de un día para la angioplastia.
El paciente debe estar en ayunas desde la medianoche anterior, incluidos los medicamentos, salvo que se indique lo contrario durante la preadmisión.
Al llegar a la sala de preparación, debe quitarse la ropa y ponerse una bata de hospital. Una enfermera colocará uno o dos accesos venosos para administrar sueros o medicamentos durante el examen, si es necesario.
Se realiza un rasurado en la muñeca derecha y en ambas ingles para preparar la inserción de los catéteres en la arteria seleccionada por el cardiólogo.
Preparación en la Sala de Examen
A la hora prevista, el paciente es trasladado en camilla a la sala de examen. El equipo médico toma las mismas precauciones que en una sala de operaciones para garantizar un entorno estéril y prevenir infecciones. Los médicos y enfermeras usan batas, mascarillas y gorros quirúrgicos.
La sala se mantiene a una temperatura fresca, incluso fría, para asegurar el buen funcionamiento del equipo de radiología. Se coloca una sábana estéril sobre el paciente para minimizar el malestar.
Dos arterias principales aseguran la circulación sanguínea en la mano: la arteria radial y otra arteria adyacente. Estas arterias están interconectadas, permitiendo que una compense si la otra se bloquea. Se realiza una prueba para verificar esta permeabilidad antes de utilizar la arteria radial para el procedimiento.
Si la arteria radial de la muñeca no es adecuada, el equipo médico puede optar por la arteria femoral, ubicada en la ingle, para acceder al corazón. La ventaja del acceso por la muñeca es que reduce el riesgo de sangrado y permite que el paciente se levante más rápido después de la intervención. Sin embargo, esta vía de acceso no siempre es posible, y en algunas circunstancias se prefiere la arteria femoral.
Preparación Final
La vía utilizada para la coronariografía generalmente se reutiliza para la angioplastia. Sin embargo, también se preparan otras vías de acceso en caso de ser necesario.
Una vez que el material está listo, la enfermera desinfecta las ingles y la muñeca utilizada. Se coloca una manta estéril sobre el paciente, y se conectan los últimos equipos para el examen. A partir de este momento, se le pide al paciente que minimice sus movimientos.
Durante el Examen
El médico se presenta y comienza el examen.
El procedimiento solo requiere anestesia local. Para asegurar el confort del paciente, la enfermera administra medicamentos por vía intravenosa para promover la relajación y reducir cualquier dolor durante la intervención.
La Picadura
El médico realiza una anestesia local en la arteria seleccionada como punto de entrada para minimizar el malestar.
Luego, se hace una pequeña incisión y, con una aguja hueca, se punciona la arteria para permitir el acceso.
Instalación de la Puerta de Entrada
Se coloca un tubo de plástico, llamado introductor, en la arteria para mantener el acceso disponible durante todo el examen.
El resto del procedimiento es indoloro, y lo mismo ocurre si se utiliza la arteria de la ingle.
A través de esta puerta de entrada, se introduce un largo hilo metálico y un catéter, un tubo plástico largo, para alcanzar las arterias coronarias.
Una vez en su lugar, se retira el hilo y se manipula el catéter para acceder a las arterias coronarias.
No Todos los Estrechamientos Requieren Reparación
Las imágenes obtenidas durante la coronariografía están disponibles para que el médico evalúe los estrechamientos en las arterias. Sin embargo, no todas las placas de ateroma necesitan intervención. La angioplastia coronaria conlleva ciertos riesgos, y los beneficios del procedimiento deben superarlos. Por lo tanto, solo se realiza en las placas de colesterol que comprometen la oxigenación del músculo cardíaco.
En algunos casos, el estrechamiento se considera en el límite de lo que requiere intervención. En estas situaciones, el médico puede utilizar una técnica especial llamada FFR (Reserva Fraccional de Flujo). Este método mide la diferencia de presión a ambos lados del estrechamiento mediante un hilo metálico muy fino, lo que permite determinar si una reparación proporcionará beneficios al paciente.
Material Similar al Utilizado para una Coronariografía
Al igual que en la coronariografía, la angioplastia coronaria utiliza catéteres, un colorante y rayos X, además de los dispositivos necesarios para reparar el estrechamiento.
La Angioplastia Puede Seguir Inmediatamente a la Coronariografía
Cuando la angioplastia coronaria se realiza el mismo día que la coronariografía, el médico explica al paciente los resultados de esta última.
Si se considera necesaria y viable una reparación coronaria, el médico propone la angioplastia al paciente. Una vez obtenido el consentimiento del paciente, se procede a realizar la angioplastia coronaria de inmediato.
La Angioplastia Aplasta la Placa de Ateroma
El objetivo de la angioplastia coronaria es aplastar la placa de colesterol que obstruye la arteria. Este aplastamiento provoca la ruptura de la placa, lo que activa el proceso de coagulación sanguínea.
Para evitar la formación de un coágulo que pueda bloquear parcial o completamente la arteria, se administra medicación intravenosa para fluidificar la sangreLa sangre se compone de glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma. Los glóbulos rojos transportan el oxígeno y el dióxido de carbono. Los glóbulos blancos son nuestro sistema de defensa. Las plaquetas evitan el sangrado. durante la intervención.
Un Delicado Cable Metálico Actúa Como "Vía Férrea"
Un hilo metálico muy fino se introduce a través de la placa a tratar en la arteria coronaria. Este hilo sirve como «vía férrea» para guiar todo el equipo necesario para la reparación.
Un Globo para Aplastar la Placa
Un catéter con balón se inserta hasta el sitio del bloqueo. Una vez en posición, se infla, comprimiendo la placa de ateroma responsable del estrechamiento y liberando la arteria, creando una apertura mayor una vez que el globo se desinfla.
Es posible sentir molestias de angina en esta fase, ya que la circulación sanguínea en la arteria se interrumpe temporalmente. Una vez desinflado el globo, la circulación se reanuda y desaparece la molestia. Sin embargo, no todos los pacientes experimentan esta incomodidad.
Una Espiral de Metal para Mantener la Arteria Abierta
Para garantizar una mayor efectividad a largo plazo, se coloca una endoprótesis vascular, comúnmente llamada stent, en el sitio de la estenosis.
El stent es una pequeña espiral metálica similar a un resorte que ayuda a mantener la arteria abierta. Se introduce en la arteria mediante un catéter con balón. Al inflarse, el globo despliega el stent y lo fija contra la pared de la arteria.
Una vez desinflado y retirado el globo, el stent permanece en su lugar de manera permanente.
La mayoría de los stents están recubiertos con un medicamento para reducir el riesgo de que el estrechamiento (reestenosis) vuelva a ocurrir en ese lugar.
Algunos pacientes pueden sentir molestias de angina cuando la arteria se dilata con el stent, debido al estiramiento de las paredes arteriales. Una vez desplegado, el stent ayuda a mantener esta apertura a largo plazo.
El Stent No Causa Rechazo
Las endoprótesis vasculares (stents) no provocan rechazo por parte del organismo.
Sin embargo, al ser un cuerpo extraño, pueden activar las plaquetasLos plaquetas son pequeños fragmentos celulares producidos por la médula ósea. Son esenciales para la coagulación sanguínea. >> y desencadenar la coagulación sanguínea, lo que puede llevar a la formación de coágulos (trombosis del stent). Este fenómeno ocurre cuando el stent se obstruye completamente, una complicación potencialmente fatal.
Para prevenir este riesgo, son necesarias ciertas precauciones.
Precauciones Contra la Trombosis
Para evitar la trombosis del stent, el médico prescribe una combinación de medicamentos antiplaquetarios para tomar diariamente.
La aspirina suele recetarse de por vida, mientras que un segundo medicamento antiplaquetario, como el clopidogrel o el ticagrelor, se prescribe por un período mínimo de un mes, a menudo extendido a un año, e incluso de por vida en algunos casos.
Estos medicamentos reducen significativamente el riesgo de formación de coágulos en el stent.
No deje de tomar el antiplaquetario sin consultar al cardiólogo
ni siquiera para una intervención quirúrgica menor
Cualquier problema relacionado con esta terapia debe discutirse con un médico con sólida experiencia en cardiología, preferiblemente un cardiólogo.
Es importante tener en cuenta que las células del cuerpo humano se regenerarán alrededor del stent en los meses posteriores a la implantación, contribuyendo así a su integración en la pared arterial.
Recomendaciones en Casa
Después de una coronariografía, hay pocas precauciones a seguir, pero es importante cumplir con las siguientes recomendaciones durante los primeros 4 días:
- No deje remojar la pequeña herida en el sitio de entrada del examen, ya sea en la ingle o en la muñeca. Se recomienda evitar la piscina y cuerpos de agua. Sin embargo, es posible ducharse.
- Si la intervención se realizó a través de la muñeca, evite movimientos repetitivos e intensos con esa mano.
- Para las personas cuya arteria de la ingle fue utilizada, se recomienda movilizar la pierna cada hora en caso de estar sentados por períodos prolongados.
El Regreso al Trabajo
Después de una angioplastia coronaria, el regreso al trabajo generalmente es posible entre 7 y 14 días, dependiendo de la naturaleza del trabajo.
Las exigencias físicas del empleo y el estado de recuperación del paciente influirán en la duración de este período de descanso.
El Seguimiento
Los pacientes que se han sometido a una angioplastia coronaria deben mantener un seguimiento regular con un profesional de la salud. Es posible que la angina reaparezca, ya sea debido a una reestenosis (estrechamiento en el sitio de la reparación) o por la formación de una nueva placa de ateroma.
La angioplastia no elimina la enfermedad coronaria, por lo que es esencial que el paciente permanezca atento a los síntomas de angina, como molestias que aparecen con el esfuerzo, se alivian con el reposo y reaparecen con esfuerzos similares. En caso de presentar estos síntomas, se recomienda consultar a un médico rápidamente.
Riesgos Durante la Procedimiento
La angioplastia coronaria es generalmente un procedimiento muy seguro, pero, como cualquier intervención médica, conlleva ciertos riesgos. Estos riesgos varían según el estado de salud general del paciente y la complejidad de las reparaciones necesarias.
En general, el riesgo de muerte relacionado con este procedimiento se estima en menos de 1 por cada 1,000 casos. Otras complicaciones importantes, como un accidente cerebrovascular (ACV), un infarto, un problema renal o la necesidad de una cirugía de emergencia, ocurren en menos de 4 casos por cada 1,000.
En cuanto a las complicaciones menores, como sangrado, moretones o hematomas, se presentan en aproximadamente el 1 % de los pacientes.
Los Resultados se Envían a su Médico
Los resultados se comunicarán posteriormente al médico que solicitó el examen.
Es Posible Solicitar una Copia para Otro Médico
Es posible solicitar que se envíe una copia de los resultados a otro médico proporcionando simplemente su nombre y sus datos de contacto al personal.