Anticoagulantes
Los anticoagulantes se utilizan principalmente en personas que han desarrollado un coágulo en vasos sanguíneos importantes (trombosis venosa profunda, embolia pulmonar) o que padecen ciertas arritmias, como la fibrilación auricular o el aleteo auricular. Su objetivo es reducir el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) causado por la formación y el desprendimiento de un coágulo en la aurícula izquierda.